¿Quién se acuerda del anuncio de Lacoste con el remix de Disclosure a cargo de Flume? ¿O la banda sonora de SKINS? ¿O la escena con Celine Dion en Mommy? Hay un sinfín de ejemplos que demuestran lo bien que puede combinar la música con lo visual.
La colocación en medios de comunicación es, por tanto, una excelente herramienta de promoción, una importante fuente de ingresos y un medio para nuevos contenidos artísticos. Del mismo modo, componer música original para una película o un documental suele ser un objetivo profesional a largo plazo para los compositores.
Se puede colocar música de todos los géneros.
Pero, ¿cómo se consigue??
1. Lo más importante: tu música
A menudo oímos que tal o cual artista era desconocido antes de que su música apareciera de fondo en Netflix. Pero para que un supervisor musical se arriesgue a poner tu música detrás de dos minutos enteros de película, hace falta mucho trabajo. El componente más importante es tu composición preexistente. No hace falta que intentes hacer música específica para cine, ya que se puede colocar cualquier género musical. Parece obvio, pero compón lo que te guste. Lo que busca un supervisor musical es autenticidad. Música que evoque tu mundo, tu imagen, y que no haga concesiones.
| Ver también: Consejos para componer canciones: cómo causar impresión como músico
Debes proteger tu música como compositor registrándote en una organización como la SACEM en Francia u organizaciones similares en tu región (SGAE en España). Por ejemplo, la SACEM se encargará de pagarte por las apariciones de tu música en el cine, la televisión o la radio. En resumen, es como tu editor. Presta atención a la ortografía del nombre de tu grupo o artista, sobre todo si es relativamente común. Lo mismo ocurre con tus canciones. Realmente puede tener un impacto en el resultado final, y el proceso de reclamación sólo se verá facilitado.
| Ver también: Cómo conseguir que tu canción suene en la radio
2. Hacerse notar: Promocionar su música
A continuación viene la promoción, en el sentido más amplio del término. Los supervisores musicales tienen que encontrar un equilibrio entre el presupuesto (a menudo ajustado) y las recomendaciones (a menudo muchas). Por eso están a la caza de la próxima gran promesa para las pistas de fondo: un artista emergente, pero no desconocido, que tenga un estilo definido, listo para arrasar, pero que no sea demasiado caro. Para estar en el radar de estos creadores de tendencias y conseguir un puesto, es cuestión de estar ya presente en tu escena (pop, rock, electro, folk, rap, etc.). No hay una fórmula secreta: hay que trabajar duro en la promoción musical.
Hay que tener en cuenta las relaciones con la prensa (entre los socios especializados en artistas emergentes figuran: Shaker!, Lola Audebaud, Loud Vibes Agency, Dirty Boots Promotion y muchos otros. Cécile Legros, Maud Scandal, Mélissa Phulpin y Sarah Ababsa son algunos de los nombres más importantes, pero también está Groover si quieres hacerlo tú mismo con un presupuesto bajo y tener la garantía de que tu música se escuchará), que son cruciales para establecer la imagen de tu grupo musical.
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Cómo puede ayudar Groover? En Groover puedes filtrar por tipos de comisarios > «Supervisores de sincronización» y «Editores» para centrarse en los profesionales del sector que le ayudan con estas acciones.
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3. Y por último: ¿Cómo consigo un trabajo?
Haces buena música, estás establecido, te han descubierto, ¿y ahora qué? Para que utilicen tu música, tienes que encontrar a esos supervisores musicales. Para ello, puedes elegir entre escanear los títulos de crédito de películas y series, encontrar sus nombres y añadirlos a LinkedIn, o trabajar con un editor cuya función es ayudarte a promocionar tu música, tanto a través de colocaciones como de otras vías. Entre los grandes editores, pensamos en particular en Alter K, 22D, Gum y Creaminal, pero también hay una miríada de pequeños editores, a veces más proactivos. Del mismo modo, muchos sellos gestionan ellos mismos la edición y, por tanto, también la colocación. Aquí no hay juicio de valor; todo depende de lo que esperes: desarrollo orgánico o anticipos (es decir, reembolso).
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Si te interesa promocionarte en el extranjero, también puedes recurrir a un agente que represente a artistas en un territorio determinado, como Friendly Fire, Bellemeute, Soar Music Group, Hyper Extension, Midnight Choir y muchos otros. Procura tener una buena base jurídica (o incluso un abogado) si decides vender tú mismo tu música para colocarla.
Puede que un día consigas un placement de ensueño que te satisfaga artísticamente y te pague mucho, pero eso es muy raro. También es posible encadenar varias colocaciones pequeñas, y eso también está bien. Pero también es posible que no consigas ningún éxito. La cadena de toma de decisiones puede ser larga y opaca, y tal vez todo se reduzca a que otro artista suena como tú pero es más barato, o a cualquier otra razón insondable. En cualquier caso, no lo apuestes todo a los placements. Haz buena música, trabaja duro y, sobre todo, rodéate de la gente adecuada.
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